lunes, 22 de agosto de 2011

Sumar y Construir para el Futuro

Sumar y Construir para el Futuro
21/08/2011
http://www.diariolaregion.net/seccion.asp?pid=29&sid=1562¬id=113567

Hay un atleta que, sin haber ganado una competencia regional y mucho menos nacional, anuncia no sólo que irá a las Olimpiadas, sino que arrasará con todas las medallas de oro. Uno, por supuesto, no quisiera bajarle todo ese ánimo, pero tampoco es cosa de pasar por tonto y venir a creerse algo tan improbable. Lo razonable, más bien, es decirle a este deportista que, en vez de prometer metas tan ambiciosas, vaya haciendo en su propio patio algunos pequeños méritos que demuestren su capacidad.

Me perdonan si alguien creyó que el tema de esta columna era de deportes, pero la verdad es que este cuento me parece el mejor para ilustrar lo que viene haciendo la administración central en torno al grave problema de la vivienda. Para seguir en la onda deportiva: han llegado detrás de la ambulancia en todas las carreras previas, encima, se han gastado una fortuna, nadie sabe muy bien en qué, y ahora dicen que ganarán el gran maratón.

Se nos hace cuesta arriba creerles porque, desde nuestra perspectiva, el problema de la vivienda en Venezuela es un asunto que por su magnitud y complejidad, nos muestra de forma clara la necesidad urgente de reconstruir la unidad nacional, y esa necesidad, no es la prioridad del Gobierno Central.

Hay cosas que debemos hacerlas como un gran equipo o sencillamente no las podremos lograr, ni siquiera con todos los miles de millones que proporciona un barril de petróleo en torno a los 100 dólares.

Con ese ánimo excluyente, el Gobierno Central lleva años en su empeño de que la solución al problema es suya y sólo suya, apenas compartida por aquellos que políticamente no representan una competencia.

Fue así como se desarrolló una historia que comenzó con las Unidades Cívico-Militares del Plan Bolívar 2000, cuyas promesas de viviendas acabaron en sonadas acusaciones de corrupción que, a su vez, no acarrearon los debidos castigos. Luego hemos tenido casi más misiones que la NASA: la Misión Hábitat (2004), la Misión Villanueva (2006), la Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor (2009) y ahora la Gran Misión Vivienda Venezuela (2011), que con el respaldo y la credibilidad que puede quedar tras una larga cadena de promesas incumplidas, anuncia que multiplicará casi por ocho el promedio de la producción anual de viviendas. Es decir que pasarán de las modestas 33.000 de los últimos 12 años a nada menos que 250.000.

Paralelamente, el Tesoro Nacional ha sufrido una serie de convenios binacionales para el desarrollo de viviendas. Uno de los más antiguos se firmó en 2006 con Uruguay para la construcción de 12.193 casas. De éstas, a diciembre de 2010, se habían construido 11; es decir un éxito del 0,09%. Todo un anti-record. El mismo año se estableció un convenio con Bielorrusia para un complejo de más de 7.000 casas en Aragua, de las cuales sólo han sido parcialmente terminadas 900 a un costo de 300 millones de dólares. Otros acuerdos similares se han establecido posteriormente con Portugal, China, Rusia y Brasil.

Todo lo anterior representa una cantidad de millones que ya hubiéramos querido tener en Miranda para administrarlos con el cuidado con que hemos gastado lo que han dejado estos casi tres años de práctica congelación del Situado Constitucional. A la fecha, más de 106.000 mirandinos se han beneficiado del programa de Certificados Mirandinos de Materiales de Construcción sin deuda, que ha resultado una fórmula muy efectiva para motorizar soluciones habitacionales, donde los mismos mirandinos deciden cómo la quieren y dónde la quieren, esa es la verdadera independencia.

Miles de familias han recibido apoyo para adquirir viviendas en el mercado primario o secundario, para levantar una Vivienda Semilla, para ampliar sus propias viviendas o para acondicionar espacios productivos en el hogar. Hemos dado el respaldo a cientos de mirandinos que quedaron sin vivienda a causa de las lluvias que han caído en los últimos meses.

Más que en grandiosos planes hemos apostado por el protagonismo y la cooperación de los propios mirandinos. Por eso en 2010 emprendimos el plan Soy Propietario, mediante el cual los mirandinos obtienen los documentos de propiedad o títulos supletorios de vivienda. También creamos la Escuela de Constructores Populares de Miranda, en alianza con la Universidad Central de Venezuela (UCV), de la cual este viernes egresaron 59 nuevos Constructores Populares, vecinos que además de convertirse en parte fundamental de la solución para su propio problema de vivienda, han adquirido un oficio productivo, con el que pueden ingresar al mercado laboral.

En Miranda hemos comprobado que más allá de las limitaciones presupuestarias se pueden lograr avances significativos cuando se trabaja con la mente abierta a las alianzas, sin prejuicios políticos de ningún tipo, con el ánimo de sumar y construir y no el de dividir y vencer.

Si se cambia el enfoque que hoy reina, si las instituciones desarrollan la capacidad de prevenir y castigar a quienes convierten los programas de vivienda en fuentes de corrupción, si se suman talentos y voluntades, lo que hoy es un gran problema estoy seguro se podría convertir en una nueva oportunidad para que los venezolanos, sin distinciones de color político, alcancemos un éxito extraordinario del cual todos podamos sentirnos orgullosos.

Henrique Capriles Radonski / Gobernador de Miranda /@hcapriles